La Organización Mundial del Turismo ha hecho ya balance de cifras turísticas en 2017 y sus previsiones para este 2018. La conclusión es clara: el turismo crece. El año pasado lo hizo en un 6% y éste prevé aumentar otro 4%.

China e India se identifican como impulsores de unos aumentos que se vinculan, no obstante, a otras circunstancias. Entre ellas, y según el nuevo secretario de la organización, Zurab Pololikashvili, los problemas vinculados a la seguridad en los destinos, la sostenibilidad, el reto de la creación de empleo y “la importancia de instaurar las nuevas tecnologías en el turismo”. La OMT hace hincapié también en lo destacada que será la colaboración entre el sector público y privado para afrontar los retos planteados.

En este sentido, Pololikashvili señala a los gobiernos locales como los responsables de gestionar la bautizada “turismofobia” y se estrena en el cargo opinando sobre las tasas turísticas: él es partidario de medidas “que fomenten la llegada de turistas, y no que la frenen”, asegurando que la OMT va a apoyar que cada vez haya más turistas. Entre los argumentos para defenderlo, se apunta a la importancia del turismo en la economía global, como tercer sector exportador del mundo y representante de un 10% del PIB mundial. Según sus palabras “el turismo no da la espalda a los demás sectores ni a las coyunturas políticas mundiales”.

Destinos inteligentes y sostenibilidad

La industria turística necesita impulsar la sostenibilidad y los destinos inteligentes para ayudar a impulsar la creación en empleo de calidad, en opinión del secretario de la OMT, que defiende que “los modelos basados en la innovación aumentarán la competitividad y la creación de un mejor empleo”. En la antes mencionada colaboración público – privada deja Pololikashvili materias como la mejora de las infraestructuras.